Me duele la tripa ¿Puedo tener disbiosis?
La disbiosis es una alteración del equilibrio de los componentes de la microbiota, los microorganismos que conviven con nosotros y nos ayudan a mantener nuestra salud. Hay microbiota en distintos sitios: la piel, la vagina, el endometrio, la boca, la nariz…. cada una de ellas con sus características particulares adecuadas al ambiente que ocupan y a las funciones que realizan. Pero si nos referimos al sistema digestivo, estaríamos hablando de la microbiota intestinal, la más conocida y estudiada, y por tanto de una disbiosis intestinal.
La disbiosis puede ser transitoria, cuando salimos de viaje y nos duele la barriga durante unos días, o patológica, cuándo el dolor o las molestias se hacen persistentes o crónicas, pudiendo hacer de nuestra vida un verdadero infierno, disminuyendo nuestra calidad de vida, haciendo que un placer, como es comer se convierta en una pesadilla e incluso dando lugar a enfermedades más graves, no siempre relacionadas con el aparato digestivo.
La disbiosis intestinal se puede producir por la presencia en la microbiota de bacterias distintas a las que habitualmente viven en el intestino.
También puede ser debida a una alteración en las cantidades de los componentes habituales de la microbiota.
Algunos síntomas que te pueden hacer sospechar que tienes disbiosis intestinal son:
- Molestias digestivas
- Gases
- Intolerancias alimentarias
- Estreñimiento
- Diarreas
- Retención de líquidos
- Hinchazón abdominal
- Cansancio
- Dolor de cabeza
- Digestiones pesadas
- Trastornos en la piel
- y otros
Son molestias inespecíficas y no tienen que estar relacionadas con una enfermedad en concreto, la disbiosis provoca malestar general y diversas molestias que pueden llegar a alterar tu modo de vida a peor.
Todos estos síntomas se traducen, en que al final, una flora o microbiota intestinal alterada no solo tiene consecuencias en el aparato digestivo, sino consecuencias para tu salud en general que van más allá de la salud digestiva. Cada vez más, se está observando que existe una relación de la microbiota con enfermedades muy diversas, algunas relacionadas aparentemente con el intestino, como la obesidad, la diabetes tipo 2, la colitis ulcerosa, el cáncer colorrectal y otras que, a simple vista no parecen tener ninguna relación con el sistema digestivo como la depresión, el autismo e incluso el Alzheimer.
En consecuencia, el cuidado de la salud intestinal y de nuestra microbiota, es tan importante como cualquier otro aspecto de nuestra vida, o incluso más. Y es que en el intestino conviven con nosotros billones de bacterias (más que el conjunto de todas las células que conforman nuestro cuerpo), que sirven como defensa ante las infecciones, que ayudan a entrenar a nuestro sistema inmune, que nos ayudan a digerir alimentos que nosotros no podemos digerir, que ayudan a la regulación del metabolismo y al balance energético, generan ácidos grasos de cadena corta insaturados que son potentes antioxidantes y ayudan a equilibrar los niveles de colesterol y triglicéridos, producen vitaminas, algunas fundamentales para la salud, como son la vitamina K y la B12 y además regulan la secreción de neurotransmisores intestinales, insulina y péptidos fundamentales para procesos vitales. Por esta razón, cuidar la flora intestinal de nuestro organismo es algo que debemos tener en mente a diario para no tener problemas de salud.
No está de más, periodicamente revisar la salud de nuestra microbiota con un test como el análisis de microbiota intestinal de Xenogene, el más completo del mercado.
¿Qué puede causar una disbiosis?
- El estrés
- Una dieta inadecuada
- Dormir mal
- Beber alcohol en exceso y de forma habitual
- Exposición a contaminantes ambientales
- Padecer algunas enfermedades
- La toma de algunos medicamentos, como los antibióticos (los cuales aunque a veces son necesarios e incluso vitales siempre se deben tomar bajo prescripción médica)
- y otras muchas causas que están aún en estudio…
¿Cómo diagnosticar la disbiosis intestinal?
Si los síntomas se hacen persistentes, lo mejor es acudir a tu médico o dietista nutricionista para que te prescriba una prueba de microbiota intestinal, como por ejemplo la de Xenogene, que no solo te informa de si tienes disbiosis, sino también de si alguna de las funciones de tu microbiota se ha visto afectada e incluso de la existencia de algún patógeno, virus o parásito intestinal y de infecciones, tanto bacterianas como fúngicas, además de la producción en el intestino de metabolitos potencialmente tóxicos como el sulfuro de hidrógeno, el metano y el etanol y todo en una sola prueba, que es, hoy por hoy, la mejor prueba de microbiota que existe, y que puedes hacer comodamente, ya que recibes un kit en casa para recoger la muestra de heces, y un mensajero recoge la muestra cuando y donde se lo indiques.
Tratamiento disbiosis intestinal
Si la disbiosis no es severa se puede tratar con probióticos, prebióticos y una dieta adecuada.
Los probióticos son microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias de la microbiota normal o sana del intestino. Los prebióticos son alimentos (generalmente con alto contenido de fibra) que actúan como nutrientes para la microbiota humana. Los prebióticos se utilizan con la intención de mejorar el equilibrio de estos microorganismos.
Los probióticos se encuentran en alimentos como el yogur, el kefir, el chucrut y los encurtidos. Los prebióticos se encuentran en alimentos como los granos integrales, las frutas como los plátanos, las manzanas, los arándanos, la piña, las cerezas…, las hortalizas de hoja verde, las cebollas, el ajo, la soja y las alcachofas entre otras. Además, existen suplementos alimenticios que agregan en su composición probióticos y prebióticos.
Su médico o nutricionista le indicará las pautas a seguir.