A menudo se menciona la microbiota en referencia a la intestinal, pero es importante reconocer que el cuerpo humano alberga una diversidad de microbiotas, incluyendo la bucal, nasal, cutánea, vaginal y endometrial. Hoy, desde Xenogene, donde somos expertos en el estudio de la microbiota humana, queremos hablaros sobre la microbiota vaginal y endometrial y su relación con la fertilidad.
¿Qué importancia tiene la microbiota endometrial?
La microbiota endometrial es el conjunto de microorganismos (bacterias y hongos principalmente) que viven en el endometrio, la capa interna del útero, donde se implanta el embrión, y que tradicionalmente se consideraba estéril, falta de microrganismos. En mujeres sanas en edad reproductiva, lo normal es que la mayor parte de las bacterias del tracto reproductivo pertenezcan al género Lactobacillus, pero puede suceder que, por diversas causas, haya un incremento de bacterias de otros géneros que puedan alterar este equilibrio produciendo una disbiosis que puede conducir a una endometritis crónica (inflamación crónica del endometrio), lo cual afecta a la fertilidad femenina ya que disminuye las opciones de implantación del futuro embrión. Se ha confirmado que el análisis de
la composición de la microbiota endometrial y vaginal puede ser útil para predecir el resultado reproductivo y, por tanto, mejorar las estrategias de diagnóstico y tratamiento tanto en reproducción
asistida como natural.
Relación microbiota-salud
La presencia de los diversos microorganismos que conforman la microbiota endometrial está muy ligada al estado de salud del huésped. Así, cuando se produce un desequilibro de estas colonias
suelen aparecer distintas enfermedades, y se ha observado que la microbiota endometrial puede tener efectos en el desarrollo del embarazo en sus distintas etapas:
- Durante la implantación del embrión en el endometrio. Puede alterarse la receptividad del endometrio y condicionar su preparación para que el embrión se adhiera, e incluso impedir
la implantación. Algunas bacterias patógenas son causa directa de infertilidad. Por ejemplo: las bacterias que causan gonorrea o Chlamydia trachomatis, algunas especies de Mycoplasma o Mycobacterium tuberculosis, causante de la tuberculosis genital, entre otras. - Durante el embarazo. Su alteración puede ser una de las causas de partos prematuros, rotura prematura de membranas y abortos de repetición.
Los estudios recientes demuestran que aquellas mujeres con una microbiota en la cual los organismos predominantes en la cavidad uterina pertenezcan al género lactobacillus, con una abundancia superior o igual al 90% presentan mejores tasas de implantación, gestación y recién nacido vivo, que el grupo de mujeres que, teniendo un endometrio receptivo, presentan una población de lactobacilos inferior al 90%. Por lo tanto, se relaciona la baja presencia de lactobacilos en el útero con un peor pronóstico reproductivo, pudiendo ser la causa de algunos fallos de implantación y de aborto espontáneo. Debido a esta circunstancia, la microbiota endometrial, en los últimos años, se ha hecho cada vez más importante en ginecología, obstetricia y reproducción asistida. El conocimiento de sus implicaciones puede ayudar a mejorar el resultado de los tratamientos de fertilidad, incluso en pacientes cuya causa de esterilidad se desconoce. Otro dato a tener en cuenta es que entre el 20 y el 30% de las mujeres en edad reproductiva tienen una microbiota vaginal alterada. Es decir, no se encuentra dominada por los lactobacilos, sino que presentan otro tipo de flora que podríamos considerar patógena o disbiótica. En las mujeres que se encuentran en procesos de reproducción asistida por presentar algún problema de fertilidad, este porcentaje se eleva hasta el 40%.
Cómo modular la microbiota y aumentar las tasas de gestación
Actualmente se está investigando el beneficio que supone modular la microbiota para mejorar los resultados de fertilidad, tanto en reproducción natural como asistida mediante la administración de probióticos que contienen una o más cepas bacterianas concretas de lactobacillus, que se administran para colonizar el endometrio y la vagina, desplazando al mismo tiempo a las bacterias disbióticas y/o patógenas.
Por ello, se han introducido los probióticos y prebióticos de administración oral, como terapia auxiliar en el tratamiento de reproducción asistida y fertilidad. Tanto los probióticos como los prebióticos son bien tolerados y permiten la colonización tanto la mucosa vaginal como el endometrio de forma eficaz. Los estudios indican que debe iniciarse su administración desde antes del inicio de la estimulación ovárica, en el caso de la reproducción asistida, o desde uno o dos meses antes de intentar la concepción en el caso de la reproducción natural, mediante preparados que contengan entre otros subtipos el Lactobacillus Rhamnosus y, dado que se conoce el efecto beneficioso que los probióticos y prebióticos tienen en la prevención de abortos y partos prematuros, el tratamiento se puede prolongar durante la gestación, siempre bajo supervisión médica.
Es importante destacar, que aunque la mayoría de los probióticos y prebióticos se puedan encontrar y adquirir sin receta, las recomendaciones de su médico y su supervisión son fudamentales en el proceso.
Integración de estudios
Los recientes estudios revisados, nos permiten llegar a las siguientes conclusiones:
- La microbiota constituye una pieza clave en el complicado proceso de la reproducción humana.
- Los recientes hallazgos científicos plantean la necesidad de actuar sobre la misma en aquellas parejas que acuden al médico con problemas reproductivos, sobre todo con historia de fallos de implantación o abortos de repetición.
- Dado que existe una correlación directa entre la microbiota vaginal y endometrial y fertilidad, las estrategias terapéuticas con probióticos y prebióticos, parecen ser útiles para mejorar el pronóstico reproductivo de las parejas, siempre que lo indique el facultativo médico.
- El estudio de la microbiota, tanto vaginal como endometrial, e incluso un estudio de la microbiota seminal en el hombre, pueden ser clave a la hora de la concepción y gestación de un bebé.
- Las pruebas de microbiota vaginal, seminal y endometrial mediante metagenómica por secuenciación masiva de última generación, asistida mediante inteligencia artificial, como las que realiza el Laboratorio Xenogene, han demostrado ser las más idóneas.