¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia es una afección crónica que causa dolor generalizado, fatiga y otros síntomas. Las personas con fibromialgia pueden ser más sensibles al dolor en múltiples áreas corporales y puntos predefinidos, llamados tender points, que suelen servir para la diagnósis de esta enfermedad.
El 90% de las personas que sufren fibromialgia son mujeres.
Hasta 1992, la fibromialgia no fue reconocida como una enfermedad por la OMS. Está clasificada con el código M79.7 de la Clasificación Internacional de Enfermedades, en cuya revisión CIE-10 la clasifica dentro de los reumatismos. Y desde ese año, cada 12 de mayo se celebra el Día Mundial de la Fibromialgia y del Síndrome de Fatiga Crónica.
¿Qué causa la fibromialgia?
Por desgracia, en la actualidad se desconoce la causa exacta de la fibromialgia. Se piensa que ciertos acontecimientos pueden contribuir o estar relacionados con su aparición, como:
- Eventos traumáticos
- Lesiones frecuentes
- Infecciones virales
La fibromialgia puede desarrollarse por sí sola, pero puede presentarse en familias, por lo que es posible que tenga una base genética, como sucede con el cáncer.
¿Quién puede tener fibromialgia?
Cualquier persona puede padecer fibromialgia, pero es más común en:
- Mujeres
- Personas de entre 20 y 50 años
- Personas con algunas enfermedades previas como lupus, artritis reumatoide o espondilitis anquilosante
- Personas con algún familiar con fibromialgia
Síntomas de la fibromialgia
Los síntomas comunes de la fibromialgia incluyen:
- Dolor y rigidez en todo el cuerpo
- Fatiga y cansancio
- Problemas con el pensamiento, memoria y concentración (conocido como neblina mental o “lagunas”)
- Depresión y/o ansiedad
- Trastorno del sueño (sueño no reparador, ligero e inestable)
- Dolor de cabeza
- Síndrome del intestino irritable
- Adormecimiento u hormigueo en manos y pies
- Alteraciones del ritmo intestinal
- Rigidez en las extremidades superiores o inferiores
- Dolor en el rostro o mandíbula
Otros síntomas adicionales pueden incluir incontinencia urinaria, migrañas, movimientos periódicos anormales de las extremidades, en especial de las piernas (síndrome de pierna de gatillo), dificultad de concentración; también es frecuente un aumento de la sensibilidad táctil, escozor generalizado, sequedad de ojos y boca, zumbidos en los oídos (acúfenos), alteraciones de la visión (fosfenos) y algunos síntomas neurológicos de incoordinación motora. Se ha asociado a la enfermedad de Raynaud como una manifestación clínica de rara presentación durante el curso de esta enfermedad.
¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?
La fibromialgia es difícil de diagnosticar. En ocasiones se necesitan varios años y ver a varios especialistas para obtener un diagnóstico correcto, ya que no existe una prueba especifica para la diagnósis de la fibromialgia, y sus principales síntomas, como el dolor y la fatiga, son comunes en muchas otras enfermedades. Para su diagnósis los médicos, por tanto, deben, hacer un diagnóstico diferencial: descartar otras enfermedades antes de diagnósticar fibromialgia.
Para hacer un diagnóstico, su médico puede utilizar:
- Su historia clínica
- Un examen físico
- Valoración de dolor a la presión en los 18 puntos dolorosos o tender points.
- Radiografías y análisis de sangre para descartar otras afecciones
- Estudios del sueño
- Las guías para diagnosticar fibromialgia, que incluyen:
- Antecedentes de dolor general que dura más de 3 meses
- Síntomas físicos incluyendo fatiga, despertar cansado y problemas cognitivos (de memoria o concentración)
- Las zonas del cuerpo en las que presentó dolor en las dos últimas semanas
Relación entre la Fibromialgia y la Microbiota intestinal
La fibromialgia podría ser, en parte, el resultado de una microbiota intestinal alterada que interacciona de forma anómala y bidireccional con el eje intestino-cerebro. Esta es la interesante conclusión de un magnífico trabajo de revisión que se publicó en la revista The Journal of Clinical Investigation por el Dr. Emeran A Mayer y sus colaboradores y que se puede consultar a texto completo (en inglés) en el siguiente enlace:
Por lo que una prueba de microbiota intestinal podría ser interesante a la hora de diagnósticar y tratar la fibromialgia.
En Xenogene, al tratar la microbiota desde un punto de vista funcional y microbiológico y detectar todos los patógenos, el informe puede dar idea al facultativo de los productores y consumidores de neuromoduladores (GABA y serotonina entre otros) y de los patógenos, entre ellos virus, detectados en la microbiota. Por ello su médico o nutricionista puede prescribirle esta prueba.
Tratamiento
Aunque no existe una cura para la fibromialgia, hay tratamientos paliativos que han demostrado en ensayos clínicos ser eficaces en la reducción de los síntomas.
La fibromialgia es difícil de tratar y se suele tener mejores resultados si el tratamiento es multidisciplinario, realizado por distintos especialistas de la salud como: médicos de familia, internistas generales, reumatólogos, fisioterapeutas y dietistas nutricionistas entre otros.
La terapia debe ser personalizada para que se adapte a las necesidades particulares de cada paciente, ya que algunos presentan síntomas leves y apenas necesitan tratamiento una vez que comprenden el trastorno que padecen y lo que lo agrava, mientras que otros necesitan un programa de cuidado completo, que incluirá medicamentos, ejercicio y entrenamiento acerca de las técnicas para el manejo del dolor.
Tratamiento farmacológico
En el tratamiento de la fibromialgia se incluyen fármacos de los siguientes tipos:
- Antidepresivos tricíclicos.
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
- Antidepreseivos inhibidores duales de la recaptación de la serotonina y la noradrenalina.
- Inhibidores reversibles de la monoaminooxidasa.
- Antiinflamatorios no esteroidales.
- Antiepilépticos (o «reguladores del ánimo»).
- Agonistas GABA.
- Hipnóticos.
- relajantes musculares.
- Terapia hormonal.
- Antidepresivos tricíclicos
Tratamiento no farmacológico
Es recomendable intentar evitar determinadas terapias cuya eficacia y beneficios para el paciente no han sido demostrados cientificamente y que con frecuencia son presentadas mediante técnicas de publicidad engañosa.
Las intervenciones nutricionales están demostrando actualmente una creciente importancia. Los programas incluyen la educación nutricional, dietas específicas (entre ellas la dieta sin gluten) y estrategias para perder peso. Los suplementos alimenticios como el magnesio, pueden ayudar a disminuir el dolor y combatir la enfermedad. Los prebióticos y probióticos pueden ayudar a regular una microbiota intestinal alterada. Además, existen estudios recientes que apuntan que algunas terapias alternativas, como ejercicio físico y el yoga, pueden aliviar el dolor causado por la fibromialgia. Otras opciones consisten en masajes, ejercicios acuáticos y terapia ocupacional.
Por otro lado, algunos estudios sugieren que la estimulación magnética transcraneana reduce el dolor en pacientes con fibromialgia, con resultados comparables con las terapias farmacológicas.
La educación sanitaria, la información y la comunicación con otras personas afectadas son una forma importante de terapia, por esta razón, entre otras, son importantes las asociaciones de enfermos.