A día de hoy, estamos acostumbrados a relacionar las principales causas de muerte en el mundo con las “3 Cs”, es decir, Cáncer, Corazón y Carretera. Todo ello es muy cierto, pero no deja de ser igualmente cierto que actualmente la principal causa de muerte en el mundo se debe a algún tipo de infección y no estamos hablando de una situación de pandemia como la vivida recientemente, y que afortunadamente parece superada, estamos hablando de infecciones normales. Aunque esto pueda parecer cosa del pasado o de países con un bajo nivel de desarrollo sanitario, ocurre diariamente en la Europa del siglo XXI, y por la parte que nos toca, en España.
Es totalmente comprensible la preocupación general que existe en torno a enfermedades graves como el cáncer o los problemas cardíacos. Aunque estas condiciones pueden ser intimidantes, es importante recordar que, en la mayoría de los casos, gracias a los avances médicos, se están desarrollando continuamente nuevas terapias que nos ofrecen esperanza y más tiempo. Sin embargo, no debemos subestimar otras amenazas más inmediatas, como las infecciones, que pueden ser extremadamente peligrosas y actuar rápidamente, poniendo en riesgo la vida de una persona sana en apenas unos días.
Por este motivo, desde Xenogene queremos advertir de la importancia de detectar y tratar correctamente las infecciones, ya que son una causa de muerte importante, incluso la más importante a nivel mundial.
Es sorprendente saber que más de 30.000 personas fallecen anualmente en nuestro país a causa de la gripe común, no la gripe A, sino esa gripe con la que todos hemos convivido alguna vez. Además, no podemos olvidar las infecciones alimentarias que se intensifican en verano, como la salmonelosis. Esta infección causa gastroenteritis y puede ser muy peligrosa, especialmente para los niños y las personas mayores que son más vulnerables, aunque también tiene el potencial de afectar a adultos sanos.
Por otro lado, están las infecciones bucales, a las que muchas veces no prestamos la atención debida a menos que nos causen dolor. Estas pueden ser el origen de múltiples enfermedades graves, incluyendo la endocarditis, una inflamación peligrosa de las membranas del corazón y el Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que recientes estudios sugieren podría originarse por infecciones bacterianas en la boca. Es crucial ser conscientes de estas amenazas y tomar medidas preventivas para proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos. En este amplio espectro de infecciones debemos incluir las de orina, neumonías, legionelosis, Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), meningitis, tétanos, enfermedad de Lyme, esquistomiasis, leptospirosis, la oncocercosis, la listeriosis, hepatitis y las heridas o llagas que no cicatrizan, además de las infecciones de transmisión sexual.
Entre estas condiciones, también debemos mencionar la sepsis y la sepsis grave, un estado crítico que resulta de una infección descontrolada y generalizada que se ha esparcido por todo el organismo. Esto subraya la gravedad de no tratar adecuadamente cualquier tipo de infección, ya que puede derivar en sepsis. Un ejemplo claro es el pie diabético, donde, en muchos casos, para prevenir la sepsis se debe recurrir a la amputación. Es fundamental tomar en serio cualquier infección y actuar rápidamente para evitar complicaciones mayores.
Es importante compartir una realidad poco conocida: en todo el mundo, una de cada cinco personas fallece debido a complicaciones asociadas con la sepsis, lo que representa el 20% de todas las muertes. Esta situación es aún más alarmante en los niños, donde la cifra se eleva al 41%.
Uno de los grandes desafíos que enfrentamos en la lucha contra la sepsis es la dificultad para identificar rápidamente al patógeno causante. La detección tardía del microbio responsable de la infección puede tener consecuencias graves, ya que el riesgo de mortalidad se incrementa en un 4% cada hora que pasa sin un diagnóstico o tratamiento adecuado. Esto subraya la importancia de mejorar nuestros métodos de diagnóstico y de actuar con la mayor rapidez y eficacia posible en el tratamiento de las infecciones para salvar vidas.
¿Qué se suele hacer en caso de sepsis?
La prueba más usual en caso de sepsis es el hemocultivo, que consiste en verificar en el laboratorio si hay bacterias u otros microbios en una muestra de sangre. Esta muestra de sangre se “cultiva” para que crezcan los patógenos y se puedan identificar.
El protocolo ante la sospecha de un paciente con sepsis en cualquier hospital del mundo es administrar antibióticos de amplio espectro al enfermo, incluso antes de saber el causante de la infección, para tratar de frenarla, pero esto puede contribuir a que las bacterias desarrollen resistencia a los antibióticos y si el tratamiento es ineficaz puede ser perjudicial, lo que eleva aún más su riesgo de muerte en aproximadamente un 30% de los pacientes que es la tasa de enfermos que recibe un tratamiento ineficaz.
Xenogene como solución
En Laboratorios Xenogene, se ha desarrollado un nuevo análisis que ofrece una detección de patógenos más rápida y precisa en comparación con los hemocultivos tradicionales, que son el estándar en el diagnóstico de infecciones, pero que son ineficaces ante el 98% de los patógenos ya que no son cultivables.
Este nuevo método es conocido como Análisis Metagenómico Clínico (AMC) y es capaz de ofrecer resultados en menos de seis horas. Esto marca una mejora significativa con respecto a la duración media de un hemocultivo de los que conocemos tradicionalmente, que va desde 15 horas a varios días, dependiendo del patógeno involucrado. Podemos destacar que este método no solo supera a los hemocultivos en términos de tiempo, sino que también tiene un riesgo sustancialmente menor de generar falsos positivos en comparación con otras tecnologías emergentes de detección, ya que no utiliza amplificación de ácidos nucleicos (PCR).
Además, proporciona más que un simple resultado binario de positivo o negativo. Este método cuantifica el porcentaje de lecturas del patógeno en las muestras.
Cabe señalar que, la prueba se testea mensualmente con controles a doble ciego proporcionados por la SEIMC (Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica)
El propósito de este artículo no es generar alarma, sino concienciar. Es cierto que nuestro cuerpo está equipado para enfrentar muchas infecciones leves por si mismo. Sin embargo, es crucial reconocer que las infecciones graves requieren atención médica inmediata para evitar complicaciones serias.
Cada enfermedad infecciosa presenta signos y síntomas únicos, aunque existen algunos comunes en muchas de estas enfermedades, como fiebre, diarrea, cansancio, dolores musculares y tos. Ante la presencia de estos síntomas, sobre todo si duran varios días, o la sospecha de una infección grave, visite su centro de salud y solicite a su médico que le explore y si es posible que le recete una prueba AMC de Xenogene.